viernes, 20 de julio de 2007

Hasta siempre Fontanarrosa


Ayer nos dejo uno de los humoristas gráficos más famosos y queridos de Argentina y América Latina. Roberto Fontanarrosa "El Negro", como le decían, nos dejó víctima de una enfermedad crónica que comenzó arrebatándole la movilidad de la mano con la que dibujaba. El creador de Inodoro Pereyra y Booggie El Aceitoso se quedará entre nosotros con su legado de humor crítico, mordaz y a la vez muy sencillo que lo hizo muy querido, tanto para la intelectualidad como para la gente mas humilde que lo seguía día a día en el Clarin.
A manera de recuerdo, unas palabra de El Negro de su discurso en la Academia de la Lengua Argentina (2004) en donde hizo una cerrada (e iconoclasta) defensa de las "malas palabras" ante el estupor de los intelectuales ahi reunidos:
"Atendamos las condiciones terapéuticas de las malas palabras, que sirven para descargarse. Pido una amnistía para ellas, vivamos una Navidad sin malas palabras, y cuidemos de ellas, porque las vamos a necesitar.
Este es un ámbito más que apropiado para plantearse porqué son malas palabras. ¿Le pegan a las otras palabras? ¿Son de mala calidad y cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿Quién las define como malas palabras?
Tal vez –afirmó el escritor- sean como esos villanos que al principio eran buenos pero la sociedad los hizo malos. Tal vez, al marginarlas las convertimos en malas. En alguna época se les decía palabrotas, lo cual no deja de ser un reconocimiento. Las malas palabras reflejan una expresividad y una fuerza que difícilmente las haga intrascendentes.
Hay palabras de las denominadas malas palabras que son irreemplazables, por sonoridad, por fuerza y por contextura física. No es lo mismo decir que una persona ‘es tonta o sonsa’ que ‘es un pelotudo’
Hay otra palabra irremplazable que es 'mierda', y el secreto de su contextura física está en la ‘erre’. Los cubanos dicen 'mielda'. Ese es otro de los grandes problemas que ha tenido la revolución cubana, que es la imposibilidad de manifestar fuerza expresiva".

Hoy su columna diaria del Clarin luce vacía.

Ilustración: Raúl Rodríguez

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Estás triste y querés suicidarte?

Roberto Fontanarrosa te da una mano amiga.

En http://robertofontanarrosa.blogspot.com/ están sus mejores consejos:

cómo suicidarse con éxito y morir en el intento.

¡Y dejá de sufrir!